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jueves, 22 de octubre de 2009

¡Con un par!

Aunque a veces no soy muy partidario de la frase "El fin justifica los medios", en estos casos siempre encuentro la excepción. Ni que decir tiene que yo habría obrado igual.

El secuestro del 'padre coraje' francés

El lunes, al alba, Dieter Krombach, un alemán de 74 años reclamado por la Justicia gala por la muerte de su hijastra, apareció atado y amordazado cerca del tribunal de Mulhouse, una ciudad en la frontera francoalemana. La policía le arrestó tras la llamada de un informante anónimo.

¿Qué hacía el prófugo alemán en suelo francés? El abogado del alemán ha dicho que su cliente fue secuestrado el sábado junto a su casa de Baviera (Alemania) por hombres que hablaban ruso. Los mercenarios le introdujeron en un coche y le dieron varios golpes. Krombach, que ha sido detenido, se encuentra en el hospital.

Todos los ojos pronto se han puesto en el padre de la víctima, una suerte de 'padre coraje' francés que lleva años reclamando Justicia. Andre Bamberski, también septuagenario, ha sido detenido y está siendo investigado por el secuestro de Krombach. Aunque vive en el sudeste de Francia, el francés sospechosamente se encontraba en Mulhouse la noche de autos.

"Bamberski no reconoce los hechos, aunque sí reconoce haber seguido a Krombach y haber contratado a detectives a tal efecto", ha dicho el fiscal de Mulhouse, Jean-Pierre Allachi, quien ha indicado que hay "indicios no despreciables en su contra".

La muerte de Kalinka


Durante años, este padre ha luchado por que Krombach fuese extraditado a Francia. Le acusa de haber drogado a su hija de 14 años, Kalinka Bamberski, para violarla.
Kalinka apareció muerta en julio de 1982 mientras estaba de vacaciones con el nuevo compañero de su madre en el Lago Constanza (sur de Alemania). Sus brazos tenían marcas de pinchazos.

Krombach, cardiólogo de profesión, siempre ha dicho que la muerte fue un accidente: que murió después de que le inyectase una sustancia que supuestamente estimulaba el bronceado. Un tribunal alemán dictaminó que Krombach no era responsable de la muerte, pero en 1995 un tribunal de París le condenó en rebeldía a 15 años de cárcel por ocasionar a la chica lesiones que le llevaron a la muerte.

La Justicia gala emitió una orden europea de búsqueda en 2004, pero un tribunal muniqués rechazó la demanda el pasado abril, esgrimiendo que la investigación alemana le había declarado no culpable. "Este hombre tuvo la franqueza de decir que nunca aceptaría la idea de que el asesino de su hija no cumpliría la condena de 15 años dictada por un tribunal francés", ha dicho el fiscal Allachi.

Bamberski siempre ha sospechado de Krombach, de quien recuerda que fue condenado en Alemania en 1997 en otro caso sobre el abuso sexual a una paciente que había anestesiado. "Es la batalla de su vida. Ha dedicado todo su tiempo, su energía, su dinero a ello", declaró Robert Pince, que dirige la asociación 'Justicia para Kalinka'. Ahora, Bamberski podría enfrentarse a 10 años de cárcel por el secuestro del presunto asesino de su hija.

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