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sábado, 10 de septiembre de 2011

Un Shrek de carne y hueso

¿Recordáis esta famosa escena de Shrek?



Pues, aunque parezca mentira, no está inspirada en los populares 'shows' de la WWE. Al menos, no completamente. Y es que esta pelea está basada, sobre todo, en un curioso caso real. Es más, el mismo personaje de Shrek se creó a partir de la persona de carne y hueso que protagonizó dicho suceso. ¿No me créeis? Pues he aquí la prueba:

El hombre que véis a la izquierda de esta imagen se llamaba Maurice Tillet, quien lucía tal aspecto por culpa de una enfermedad llamada acromegalia, la cual altera la producción de la hormona del crecimiento y hace que los huesos de la cabeza aumenten desproporcionadamente. Debido a su apariencia física, Tillet fue más conocido por su sobrenombre, 'el monstruoso ogro del cuadrilátero', pues, como os habréis podido imaginar, dedico su vida a luchar en 'rings' por toda la geografía de los Estados Unidos.

Sin embargo, detrás de ese cuerpo deformado por la enfermedad, se escondía una persona muy inteligente, que hablaba 14 idiomas, jugaba al ajedrez y le encantaba la poesía y la actuación. De hecho, Tillet dejó su Francia natal para marchar a América, donde intentó trabajar en el mundo de la interpretación, aunque, para su desgracia, sin éxito alguno. Fue entonces cuándo decidió dedicarse a la lucha libre profesional, con la que alcanzó la fama con su personaje, el villano 'Ángel francés', proclamándose incluso campeón del mundo.

Tillet murió de un ataque al corazón en 1954, y su nombre quedó perdido en el tiempo... Hasta que los artistas de DreamWorks, buscando una imagen que les sirviera para dar vida a Shrek, encontraron varias fotografías de Tillet y moldes de su rostro. Ellos querían que su ogro luciera como "un hombre corriente, sencillo, sobreproporcionado, solitario, de mirada y sonrisa cálidas y amigables", y el 'Ángel francés' se amoldaba perfectamente a dicha descripción. De esta forma, nació el Shrek que todos queremos y adoramos, cuya entrañable historia sirvió de singular homenaje a un hombre que supo disfrutar plenamente de su vida a pesar de las barreras que ésta le puso por delante.

3 comentarios:

Gabriel Knightley dijo...

¡Qué guay! No puedo dejar de recordar a André Roussimoff -o André el Gigante-, quien haría de Fezzik en La Princesa Prometida, y que también era francés, padecía acromegalia y se dedicó a la lucha libre.

Me encanta que haya una historia así detrás de un personaje tan maravilloso como Shrek :)

Frank Lhermitte dijo...

Lo cierto es que es raro que la acromegalia deforme tanto, pero claro a principios de siglo era factible.

Lo que son las cosas. La belleza está en el interior :)

Nicasia dijo...

Que dato más curioso. Adoro ese tipo de anécdotas cinematográficas y desde luego es innegable el parecido físico. Voy a compartir el enlace