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lunes, 7 de febrero de 2011

Un bronce al Cielo

Ignoro si alguno de mis lectores llegó a enterarse entre tanta noticia "futbolera", pero, hace menos de dos semanas, nuestra selección masculina de balonmano cosechó la segunda medalla de su historia en los Mundiales de este deporte. Más concretamente, los Sterbik, Entrerríos, Aguinagalde y compañía se hicieron con un notable bronce ante los anfitriones del torneo, Suecia, en una final de consolación sencillamente épica, y que aquí tenéis convenientemente resumida:



Y ahora os preguntaréis: "Alberto, con lo que te gusta el deporte, ¿cómo es que no has escrito nada de esta gesta hasta ahora?" Muy simple: porque ansiaba ilustrar este éxito con una imagen realmente emocionante, que me llegó al alma por su sentimiento y su hermosura. Una instantánea que no había conseguido hasta hoy mismo y que me alegra compartir con todos vosotros. Me refiero, como no podía ser de otro modo, a esta fotografía:

La familia Entrerríos, un emblema de nuestro balonmano, quedó huérfana de madre a finales del pasado mes de diciembre. Alberto y Raúl, en un gesto que les honra, se sobrepusieron al dolor y decidieron concentrarse con la selección, con un único objetivo en sus mentes: dedicarle una medalla mundialista a la mujer que les dio la vida, y que tan pronto se les ha marchado. Y, en cuanto Suecia cayó a sus pies, los dos hermanos corrieron a la grada a abrazarse con su padre y sus mujeres, cumpliendo con cada lágrima, cada beso, cada caricia, la promesa que se hicieron a principios de año, cuando nadie confiaba en que nuestro combinado sacara algo de provecho de tierras nórdicas.

Hoy no sólo quiero homenajear a un gran equipo, capaz de hacerme sufrir y disfrutar al mismo tiempo (en buena medida, gracias a su colosal defensa); sino que también quiero reconocer el espíritu de los Entrerríos, unos deportistas que no serán mediáticos ni archiconocidos, pero que se merecen tantos honores como los que han recibido Rafa Nadal o Vicente del Bosque hoy en Abu Dabi. ¡Muchas gracias por todo, muchachos! Vuestro bronce sabe más que nunca a oro.

8 comentarios:

Celebnár dijo...

Una reflexión preciosa, Alberto. Entre tanto despliegue mediático al final las historias humanas son las que más llegan, y las más valiosoas.
Gracias por compartirlo

Elessar dijo...

Hay pocas cosas más emotivas que dedicar un gran éxito a los qué más quieres, máxime cuando ya no están :(

Gracias Alberto.

Nicasia dijo...

Como novia de un jugador de Hockey hierba que soy (otra gran selección por cierto) tengo que decir que es una pena que tengamos tan estupendos deportistas y que tengan que estar siempre a la sombra del todopoderoso futbol, que es lo que da las pelas. Una verguenza

Elessar dijo...

Nicasia, me temo que eso es una batalla perdida. Lo que te diría cualquier jefe de redacción de periódico o cualquier canal público o privado es que ellos emiten lo que les garantice venta de periódicos o audiencia/número de pinchazos por compra de partidos.

Es una putada, pero es así.

Alberto Zeal dijo...

No es una batalla perdida, Gregorio: los productos no nacen, se hacen y todo deporte es un producto. Hace 15 años nadie veía la Fórmula Uno, ¿y qué pasa ahora? En los 80 el basket era muy seguido, ¿y qué pasó después? Los medios pueden hacer mucho para que un deporte tenga repercusión, pero si no les da la real gana... Tampoco puede disculparse a los aficionados al fútbol, muchos de los cuales desprecian al resto de deportes en favor de sus amantísimos futbolistas (y te puedo contar muchos casos).

Lo que sí hay que tener claro es que las cosas no cambiarán nada si pensamos como en tu última frase. Eso sí, luego llegarán los Juegos y empezaremos a reclamar metales...

Elessar dijo...

Lo que te voy a contar ya lo hemos hablado varias veces.

El automovilismo en España no tenía ni la mitad de seguidores hasta que empezó a ganar Fernando Alonso. La mitad de las veces hace falta que surja una figura que tenga éxitos notables para que se cree una corriente de ilusión a la que se suman los medios periodísticos con una suma facilidad.

Y los aficionados del fútbol entre los que estoy...bueno, personalmente no desprecio otros deportes. Pero si se lo que es pelear para hacerte escuchar y que el resultado sea predicar en el desierto.

Te voy a poner un ejemplo que no tiene mucho que ver con publicidad a un deporte, pero si con periodismo deportivo.
Hay un tal Eduardo Inda que inició una cruzada contra el expresidente del Real Madrid sacando todos los días pruebas y chascarrillos hasta que consiguió que toda la opinión pública se pusiera en su contra y quedara demonizado. A mi el Real Madrid ya sabes que no me simpatiza, pero el asunto me pareció excesivo.

Resulta que somos no pocos atléticos los que llevamos años denunciando la calamitosa gestión de la familia Gil (te lo he comentado en privado no pocas veces) y bueno, resulta que ahora parece que hay una plataforma en contra de ellos que no se si servirá para mucho o no servirá para nada, pero para la cual yo pienso firmar. Sucede que el tal Inda pone en su columna de hace dos días que seamos los Atléticos los que le presentemos pruebas para usar contra la familia Gil (viva el periodismo de investigación...cuando interesa) y que le demostremos que Enrique Cerezo es un delincuente cuando para él es el mejor de España (cuando apenas hay que moverse mucho para buscar una sentencia del Tribunal Supremo que dice bien claramente que fue el cooperador necesario de Jesús Gil en la transformación fraudulenta del club en S.A.D en la que el gordo no puso un solo céntimo)

Si a eso le añades protestas con que en el Marca te encuentres siempre no menos de 9 páginas dedicadas al Real Madrid y dar gracias cuando para otros equipos (no solo el mío) les dedican dos (porque la mitad de las veces apenas es media página), pues tu me dirás.

Encima protestas y te dicen "Y que quieres que haga si eso no vence?" (y eso fue el director anterior)

Con esto lo que quiero decir es que la mitad de las veces en cosas como esta, hace falta una corriente de ilusión generada por éxitos deportivos abrumadores a los que se sume mucha gente, para que prensa escrita o televisiva les den el seguimiento que realmente merecían desde mucho antes.

De hecho, cuando yo decía en mi anterior entrada que es una batalla perdida describía ese hecho, no pretendía desmoralizar a nadie cuando en muchos otros casos soy de los que acude a contiendas aún a sabiendas de las muchas posibilidades que tienen de perderse.

Ahora hay una plataforma de notables atléticos publicitándose en punto radio y la cosa empieza a tener la difusión que merecía años antes. Los más mundanos, esos que vamos faltos de pelas nos basta con ir el día 24 de abril con bufandas verdes y amarillas con el lema "por un Atleti digno se tienen que marchar". No desprecio ninguna de las iniciativas...es más, ambas son necesarias aunque no se si servirán...pero el asunto es que durante muchos años, las batallas perdidas desgastan, no todo el mundo tiene las energías suficientes como para luchar eternamente.

En cualquier caso, la denuncia de Nicasia me parece cojonuda, y tu reflexión final sobre reclamaciones de éxitos, también.

Alberto Zeal dijo...

Por partes:

1) Si bien no puedo negar lo de la corriente, tú tampoco me negarás que los medios venden la burra de manera arbitraria, y que la gente compra sin pararse a pensar si hay algo más (o mejor). Por ejemplo, España cuenta con el actual mejor triatleta del mundo. Me apuesto contigo a que ni la mitad de los españoles sabe cómo se llama. Sin embargo, en torno a la figura de Alonso se creó toda una mercadotecnia desde cero, y eso que su deporte que no interesaba demasiado y que presentaba unas audiencias más que discretas los domingos por la mañana. Se creó un producto, y los medios que apostaron por el mismo sacaron mucha tajada. Eso es lo que yo denuncio: se pueden crear productos, pero los medios, por pereza o desidia, no se esfuerzan en elaborarlos.

2) No me refería a ti, querido amigo, sino a otros muchos aficionados que me han llegado a despreciar el basket, el atletismo o todo lo que no tuviera que ver con el fútbol por no ser, precisamente, fútbol. Y los argumentos que se me han esgrimido no han dejado de tener gracia, como que un partido de basket es más aburrido que uno de fútbol...

3) Con respecto al caso que comentas, sinceramente, me has puesto el peor ejemplo posible: Marca hace el peor periodismo deportivo de toda España desde que ese personaje llegó a su dirección. Es como decirme que los futbolistas son malos porque Edwin Congo era malo... (comentario que sólo tú y yo vamos a entender :P)

4) Insisto, la batalla está perdida si queremos que lo esté. Cuando era periodista, trabajé muy duro para darle al basket el bombo que se merecía en Sevilla... Por desgracia, nadie me secundaba, pero al menos algo era. Si los aficionados al deporte se empezaran a interesar por otras disciplinas, estoy convencido de que el producto se crearía en los medios. Claro que para eso se necesita de cierta cultura deportiva, la cual, teóricamente, debería dar cierta asignatura obligatoria... Y no sigo porque me exaspero XD

Igualmente, dice muy poco de la profesionalidad de los medios el que no se dignen en publicitar a nuestros atletas. Insisto: luego se exigen medallas en los Juegos...

Elessar dijo...

Alberto, lo del marca puede ser un pésimo ejemplo de periodismo deportivo, pero la realidad dice que es el periódico más leido porque en España parece que solo existen dos equipos e interesa más la propaganda que la noticia.

Por supuesto que existen medios mejores, pero la cosa es que hay muy poca gente interesada en ellos, y suele ser gente cansada de ver siempre la misma mierda, pero por desgracia, son los menos.