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martes, 30 de noviembre de 2010

Profanando (más) clásicos

Si lo de la Caperucita Roja era de traca, esto ya no sé cómo definirlo:

Look manga y kung fu para el nuevo Principito

En el universo infantil del siglo XXI El Principito de Antoine de Saint-Exupéry no puede competir con otros héroes más dinámicos y modernos liderados por Harry Potter. Al menos eso han pensado los herederos del legado literario del autor, que han decidido poner en marcha una superproducción de animación para la televisión en la que actualizará al pequeño personaje "a los tiempos que corren".

Bajo el título La Planète du temps (El planeta del tiempo), la serie presentará a un personaje que poco tiene que ver con los dibujos originales y que no se conformará con atacar con preguntas a los adultos que encuentre en su camino, ni con viajar de planeta en planeta para mantener conversaciones con los habitantes que allí encuentra, como hacía el de Saint-Exupéry:
el nuevo Principito se enfrentará a monstruos imaginarios, a quienes combatirá con una potente espada. Incluso su look, más próximo a la adolescencia que a la niñez, ha sido modificado. Y su acompañante literario, el zorro, será un alter ego cómico.

Los autores del cambio se defienden con el argumento de que, para que los valores universales que contiene El Principito lleguen a las nuevas generaciones, es preciso adaptarse.
Harry Potter ha vendido en trece años el triple de libros que El Principito en 45. Y eso que el libro de Saint-Exupéry presume de ser uno de los más traducidos de todos los tiempos, con ediciones en 118 lenguas.

Olivier d'Agay, sobrino de Saint-Exupéry y presidente de la empresa que gestiona su legado, justifica la puesta al día para "ofrecer 'El Principito' a los niños del siglo XXI" y comenta algunos de los cambios: "Queríamos que El Principito tuviera grandes ojos, como los personajes del manga y, por qué no, verle luchar o hacer kung-fu", afirma.


Un criterio "utilitarista" que no comparte José Martínez Fructuoso, heredero de Consuelo Suncin, esposa del escritor y aviador, que mantiene un conflicto de intereses desde hace años con los sobrinos del autor. En un comunicado, el dueño de la mitad de los derechos de sucesión de Saint-Exupéry advirtió de que no permitirá "que se haga cualquier cosa" con su obra cumbre. Pero Fernández, que tiene derecho a una parte de los beneficios, no tiene voz en las decisiones sobre la obra, tras una sentencia en este sentido dictada por la Justicia gala.

Fernández no es el único que ha criticado la deriva tomada por el personaje, pero nada parece detener a los sobrinos del autor. Porque tras el dibujo animado aguarda toda una serie de productos derivados destinados a los más pequeños y un gran negocio.
Está previsto que la producción se estrene en la televisión francesa a finales de diciembre y que salte a 80 países poco después.

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