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domingo, 31 de enero de 2010

Rumbo al Nobel

Como dice el refrán, más vale tarde que nunca, aunque hubiera preferido que lo hubieran hecho en vida...

Vicente Ferrer, camino al Nobel

Un gran homenaje para la eternidad. Ese es el objetivo de un movimiento social que se ha cocido en diferentes fogones durante estos meses para llevar a la Fundación Vicente Ferrer y a su creador hasta Oslo, donde la academia noruega debe decidir el próximo ganador del Nobel de la Paz. Este lunes, representantes de una plataforma internacional (Nobel FVF) presentará la candidatura en el país escandinavo para que se honre al hombre y su obra, a la persona que durante 55 años se preocupó por los más desfavorecidos de India.

La idea de esta iniciativa surgió en diversos colectivos sociales y en Facebook, la red social más importante, después de la muerte del ex jesuita en junio del año pasado. Poco a poco fue cogiendo forma de homenajear a Ferrer y premiar su trabajo, basado en la economía sostenible. Estas corrientes se ag
lutinaron alrededor de Nobel FVF, que contó con el beneplácito de los herederos del filántropo catalán.

Los apoyos llegaron con cuenta
gotas, pero desde todos los ámbitos. De fuera y de casa. Ferrán Adriá, José Bono, Felipe González, Javier Solana, Josep Piqué, Ricardo Lagos (ex presidente de Chile), Iska Andic (presidente de Mango), las ciudades donde la ONG tiene delegación (Valencia, Sevilla, Alicante, Bilbao, Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca) y once comunidades, entre otras autoridades, medios de comunicación y asociaciones, se han apuntado a la empresa. Además, las muestras de cariño se multiplican en la red, donde surgen grupos de apoyo a la iniciativa para premiar la labor que la ONG realiza en Anantapur desde 1969.

En esta región india, marcada por la pobreza y la sequía, fue donde Ferrer comenzó su inmensa obra. Hace más de 40 años, Ferrer tenía sólo seis voluntarios. Pero el trabajo con los más marginados, el impulso dado para que las mujeres tomen decisiones y colaboren han hecho levantar esa tierra imposible. Ahora, hay cosechas, hospitales, centros clínicos rurales, escuelas y los hijos de los 'dalits' (marginados) que han podido estudiar, vuelven a su tierra para ofrecer sus conocimientos para el progreso de la zona. Y así, continuar la labor de Ferrer, que puede entrar en la Historia si en octubre su nombre sucede a Barack Obama.

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