¡PAU, PAU, PAU!

Este pasado domingo nuestro baloncesto volvía a hacer historia. Supongo que, a estas alturas, ya sabréis a qué me refiero: el anillo de la NBA cosechado por Pau Gasol con la camiseta de Los Angeles Lakers. Ver a un español como campeón de la NBA era una utopía, un sueño cuando el pívot catalán nació, allá por 1980, y ahora es una realidad merced a sus puntos, sus rebotes y, sobre todo, su saber hacer dentro de la cancha. Unas cualidades que lo han convertido en el escudero ideal de Kobe Bryant, posiblemente el mejor jugador de baloncesto del mundo.

Y eso que, en aquel magnífico Mundial júnior de Lisboa que le ganó España a Estados Unidos en 1999, Gasol no fue de los más destacados. Raúl López, Juan Carlos Navarro o Germán Gabriel eran los nombres más conocidos de aquella extraordinaria selección. Sin embargo, pronto el mundo descubriría al verdadero Gasol. Primero fue la ACB, que se rindió a sus pies en 2001, al llevar al Barcelona a conquistar la Liga y la Copa del Rey, con sendos MVP's. Y en ese mismo año, Europa ya se asombraría con su desparpajo, al 'birlarle' a la Alemania de Dirk Nowitzki el bronce en el Europeo de Turquía.

La NBA no pasó por alto el enorme potencial de Gasol, culminando ese glorioso 2001 con su debut en la Liga más potente del planeta, con la camiseta de los Memphis Grizzlies. Previamente, Atlanta (que lo traspasó a la franquicia de Tennessee) lo había seleccionado como número 3 del 'draft', siendo el primer europeo que obtenía un puesto tan alto en la selección.

No defraudó Pau en su primer año, siendo nombrado 'rookie' de la temporada. Asimismo, fue el primer español en disputar un 'All Star' de la NBA, al formar parte del equipo de los novatos en el choque que les enfrenta a los jugadores de segundo año. Desde entonces, Gasol se convirtió en el hombre franquicia de los Grizzlies, cuyas estadísticas históricas todavía están lideradas por el catalán. El conjunto de Tennessee le debe, a su vez, los dos únicos 'play offs' que ha disputado hasta la fecha, en los que, por desgracia, no ganó ni un solo encuentro.

Tras ser un 'All Star' de pleno derecho y campeón del mundo en 2006, a Gasol se le empezó a quedar pequeño Memphis. Sus aspiraciones eran altas y los continuos vaivenes de la franquicia (la cual no terminaba de funcionar) no las culminaban. Todo ello le llevó a solicitar su traspaso, que, aun así, tardó casi un año y medio en concretarse. Por fin, tras infinitos rumores y pretendientes, Los Angeles Lakers se hicieron con sus servicios en 2008, en lo que casi se convierte en un 'trade-ring' (esto es, un fichaje que te hace campeón en el mismo año de llegada del jugador). No en vano, los californianos alcanzaron su primera final de la NBA tras cuatro temporadas merced al buen hacer de Bryant y Gasol, quienes se entendieron a la perfección.

En aquella ocasión, los Celtics de Garnett, Allen y Pierce fueron demasiado para unos Lakers en construcción, pero esta vez la suerte sí ha sonreído a los angelinos... Y a Pau. A pesar de la dureza de los Orlando Magic, Gasol y sus compañeros han sabido superar incluso al temible Dwight Howard para alzarse con un anillo más para la franquicia, y uno histórico para la canasta española.

Plata olímpica, oro mundial, anillo de la NBA... Pau, solo te falta una cosa: un oro europeo. Has estado dos veces a las puertas, pero Lituania (2003) y Rusia (2007) te lo impidieron. Este debe ser tu año. Participa en el torneo continental de Polonia, y cierra un palmarés con el que muy pocos pueden soñar. Enhorabuena campeón. Te lo has ganado.