El mes de octubre (y, por ende, el final de año) se auguraba tranquilo y apacible, con una única meta real en el horizonte: la Estelcon. Como ya comenté en el último texto, mi smial y yo ya habíamos rodado, a esas alturas, un corto sobre las Cartas a Papá Noel, mientras que, cada domingo, íbamos a casa de Delia, nuestra presidente, para ensayar durante horas el teatro de marionetas que también íbamos a presentar en la Asamblea Nacional de la STE. Así que, entre los estudios y los ensayos, la verdad es que estaba bastante entretenido. Sí, deseaba trabajar y, de hecho, volví a llamar a bastantes puertas (Público, SER) en las semanas previas a la EC (aunque, lamentablemente, ninguna se me abrió), pero no me obsesionaba ni me agobiaba mi situación. Es más, a cada día que pasaba, extrañaba menos mi etapa de periodista, la cual llegué a considerar completamente superada... Siempre que no me llegara una oferta que no pudiera rechazar.
(...)
La penúltima edición de los resúmenes de 2008, en el Zeality original, donde por fin narro, con pelos y señales, todo lo que me está ocurriendo en Sevilla Deportes, la empresa para la que estoy trabajando actualmente. Allí os espero. Un abrazo a todos y recordad: mañana, el último capítulo de estos balances del año, con mi desglose mes a mes, mis premios a los mejores de 2008, mis deseos para 2009...
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